¿Me tiro o no me tiro?

¿Me tiro o no me tiro?

Encontráronse dos… ambos dos muy lanzados en apariencia, de extensa verborrea, simpáticos y sueltos. Pero sólo en apariencia, en el interior ocurría algo muy distinto…

Pensamientos de ella:

-Uyss, este sí que me pone, es muy atractivo… mira que hoyuelos cuando sonríe.

-Parece que se está insinuando, ¿No?

-No, que va, debe ser su manera de ser. Seguro que no le gusto ¡Jo!

-¿Querrá ir a algún sitio después de cenar?

-Si se lo propongo pensará que estoy desesperada, ¡Jolín!

-Mejor espero a que él tome la iniciativa…

-¡Vaya! Me ha tocado el brazo. Esto pinta muy bien.

-Ay que malamente… Ya está aquí el postre y él sigue sin proponer nada.

-Ahora se despedirá amablemente y se largará ¡Ohhhhhh!

-Tengo que hacer algo, pero… ¿Qué?

Pensamientos de él:

-Pedazo de rubia… Pero vaya palique tiene, ésta es de las que no se calla ni debajo del agua.

-Lleva dos horas hablando sin parar y no ha hecho ni una alusión al sexo, ¿Será una estrecha?

-No le mires a las tetas tan directamente, que como ésta te de una torta te va a doler…

-Como no espabile, esta noche no mojo… ¡Mecachis!

-Voy a proponer ir a tomar algo a algún sitio más íntimo, a ver como reacciona…

Pensamientos de ambos al unísono:

¿Me tiro o no me tiro?, ¿me tiro o no me tiro?, ¿me tiro o no me tiro?..

Nadie sabe exactamente como acabó la historia, pero cuentan las leyendas, que esa noche acabaron los dos, muy pero que muy mojados…